Echo de menos echarte de menos. El café ya no es tan dulce si no se pasea tu recuerdo en calzoncillos por la cocina. Y ya van cuatro cucharadillas de azúcar.
Echo en falta echarte en falta. En la cama vacía, y la bañera seca. El sofá ya no tiene nuestras formas grabadas en la piel, y me ha preguntado un par de veces dónde te metes.
Dime tú qué le respondo, porque me he quedado sin palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario