Páginas

viernes, 10 de abril de 2015

Quizá de lo que soy

Pero la certeza se ha evaporado. Al igual que demasiadas lágrimas derramadas en vano. Ahora solo quedan los surcos en las aceras y en las mejillas. No se juega si no hay dados. Y con ellos se han ido todos los dedos de las manos con los que conté desengaños.  

A la ilusión solo le hace falta un prefijo y un par de días para caer en desgracia. Y ya está harta de tener que levantarse sabiendo que va a volver a besar el suelo. Tiene los labios gastados de tantas caídas, de tantos años, y tantos daños en minutos.

Y el corazón ralentizado de ver sonrisas donde hay ojeras. Y las uñas negras de esconder cerillas encendidas para ver si con fuego siente algo. Pero ni el calor, ni el frío.

Y sabiendo que solo hay vida en este cuerpo si sigue sintiendo la lluvia afilada contra los hombros, comienzo a plantearme si soy un fantasma. Quizá de lo que fui algún día. Quizá de lo que aún nunca he sido.



No hay comentarios:

Publicar un comentario