Páginas

lunes, 1 de junio de 2015

2 a.m.

Todo me sabe a poco. Y lo poco me sabe a mierda. A mierda de vida, a mierda de mundo, a mierda de día. A que son las dos de la mañana y ya debería estar dormida. Pero los ojos cerrados abundan demasiado. No quiero ser una más, pero tampoco sé cómo evitarlo. O sí que lo sé. Pero me asusta. El perder la comodidad, el lujo y el encanto de la vida moderna. Pero supongo que más asustan los disparos en medio de la noche. Los gritos de guerra. Los llantos de tus hijos. Lo supongo, porque nunca lo he vivido. Qué suerte la mía, eh. Habrá que rezar un padrenuestro agradeciendo y a la cama. A ver qué me cuenta el Sol por la mañana que ha visto en Siria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario